Una noche muy francesa…
En una esquina perdida de una calle cualquiera del fondo de París, me secuestra la noche.
Mientras, la melodía de «Miles Davis Quintet», me desnuda lentamente.
Y desnuda, entro en aquel antro de artistas, locos bohemios y ricos seductores.
Entonces me visto de Champagne.
Champagne francés.
Coloreo mis gruesos labios de carmín, color «rouge».
Me balanceo lentamente en dirección al saxofonista. Y muy despacio, le susurro: «Voulez-vous coucher avec moi?».
Me mira, y me absorbe.
Quedo atrapada entre su saxo y entonces, bailo suavemente, a ritmo de jazz…