Las manchas rojas (III)
Cangrejo, muy afectado, gritó: «¡¡Es el Sarrampín!!». «¿¡El Sarrampín…!?», le preguntaron muy incrédulos. «Sí.», les respondió él y añadió: «Sí, y los dos ratones colorados os lo han contagiado». «Pero… ¿qué es el Sarrampín?», le volvió a preguntar Lola. Entonces, Cangrejo les contó que, en realidad, el Sarrampín se manifestaba a través de unos enormes…
Las manchas rojas (II)
El pobre Nonet se cayó al suelo algo mareado por todo lo que le estaba ocurriendo, y las mariposas Mariposonas acudieron rápidamente en su ayuda y le llevaron a su casa para que pudiera descansar. A Lola, una pregunta empezó a darle vueltas en su cabeza…, ¿Por qué a Simpatía, Moix y a ella misma…
Las manchas rojas (I)
Lola estaba peinando sus coletas, pues eran las «4+ A» en punto y era hora de ir al cole. A Lola le encantaba la escuela, ¡pues era una estudiante muy brillante! Era tan y tan brillante que el director del colegio, el señor Algernon, le encargó una tarea muy importante: ¡asegurarse de que el reloj…
Peppino Puñetti ha muerto (V)
Tendida en la cama, amparada por el retrato de Santa Inés y con los nervios a flor de piel, por fin, la noche se plantó en mi ventana de manera contundente. Me levanté acelerada y me conduje presurosa hacía el ventanuco enredándome detrás de los largos y frágiles visillos que lo adornaban. Entonces, miré fijamente…
Peppino Puñetti ha muerto (IV)
Llegué a la pensión exhausta y con la respiración cabalgando a lo loco dentro de mí. Pero, gracias a Conchetta, y al maravilloso patio trasero que escondía la coqueta pensión y en el que albergaba un solemne limonero, una sublime higuera y unas mesillas de mármol italiano, Conchetta sirvió sus manjares más exquisitos a sus…
Peppino Puñetti ha muerto (III)
Sin darle mayor importancia a aquella improvisada reunión vecinal, rebocé mi dedo dentro del Cannnolo, extrayendo, de su interior, un sabrosísimo queso de ricota al que mi exigente paladar lo acogió con gran exaltación de máxima felicidad, mientras que yo parecía un cocodrilo, pues de mis ojos brotaban unas leves lágrimas de alegría contenida por…
Peppino Puñetti ha muerto (II)
Todo permanecía minuciosamente ordenado… Por supuesto, en el escrupuloso orden siciliano, claro está, pero me sentía tan feliz de estar nuevamente de regreso a Ragusa, que, sin apenas deshacer mi equipaje, salí rauda y veloz de la habitación bajando la escalera de manera alocada. La cómica risa de Conchetta por ver mi escapada atolondrada, sonaba…
Peppino Puñetti ha muerto (I)
Un verano más, me encapsulé en las entrañas rocosas de mi sagrada y amada Sicilia; en concreto, ¡en la bella Ragusa! Una ciudad en la que el tiempo permanece discretamente dormido; sin ninguna intención de molestar… Él, el tiempo, con sus mágicos poderes, resguarda con generosa bondad la esencia de lo no evolutivo para consagrar,…