Mundo Imaginado (X)
– Tar, Noxi y Murga se pusieron alrededor de Sel-la que llevaba entre sus brazos a Xell, ante la atenta mirada de Pastis y Protector.
Murga comenzó a relatar cuál sería su cometido.
Contó que llevaban polvos de ala de mariposa para poder transformarse en grandes nubes, lo que les permitiría invadir el Reino de la Gran Oscuridad. Provocando una gran tormenta de enormes rayos y vientos huracanados. De esta forma, Leiana huiría y podrían recuperar Mundo Imaginado.
– ¡Muy peligroso! – respondió con preocupación Sel-la -.
– ¡Debemos intentarlo! – insistieron Pastis y Protector -.
– Está bien…
Apenada y muy preocupada, Sel-la se quedó en la cueva de azúcar de cristal.
– ¡Seguidme! – ordenó Protector a los cuatro amigos. Los cuales le siguieron hasta llegar a la cumbre -.
Pastis sacó el pequeño frasco donde guardaba el polvo de ala de mariposa.
Abrió el frasco, y espolvoreó a sus amigos. El polvo mágico se convirtió en múltiples burbujas de colores, que cubrieron a los cuatro amigos. De repente, Murga, Pastís, Noxi y Tar empezaron a elevarse ante la atenta mirada de Protector. Convirtiéndose en grandes nubes.
Surcaron los cielos rumbo al Reino de la Gran Oscuridad. Divisaron al Reino, comprobando que estaba seco y apagado.
¡Un gran viento empezó a soplar!
Nou y Enes, prisioneros de la malvada Leiana, presintieron que algo bueno iba a ocurrir, por lo que estaban muy atentos a lo que estaban sintiendo.
Desde lo más oscuro y profundo de la cueva de arcilla, salió Leiana.
– ¿¡Qué ocurre!? ¿¡Ocurre algo que yo deba saber!? – gritó Leiana -.
– No, señora. Sólo es viento – le respondió Nou muy asustado -.
– ¿¡Viento!? – Volvió a gritar Leiana -.
– ¡¡Aquí solo sucede lo que yo ordeno, y no he ordenado que soplara viento!! – dijo Leiana muy enfurecida -.
Ordenó a todas las criaturas de Reino de la Gran Oscuridad, que se prepararan para luchar. Pues la malvada Dama presentía lo que estaba a punto de ocurrir.
Extrañas y amenazadoras criaturas empezaron a salir de entre la oscuridad.
¡Eran criaturas terroríficas! Emanaban un desagradable olor, emitían extraños sonidos y vestían viscosas capas de mermelada amarga.