Mundo Imaginado (I)

15/11/2019 Desactivado Por Anna Val

Murga estaba tan cansado que decidió acostarse. «Seguro que ya es hora de dormir…», pensó.

Miró el reloj que colgaba de la percha de su armario. Y ¡efectivamente!, eran las 4×2 en punto.

No podía dejar de bostezar, sus ojos pesaban tanto que era incapaz de mantenerlos abiertos.

Se acostó en su confortable cama flotante. La cama de Murga podía desplazarse a cualquier rincón de su habitación.

Murga se quedó dormido rápidamente, y empezó a soñar que su cama flotante ¡no paraba de estornudar! ¡Eran unos sonoros estornudos! Se despertó sobresaltado.

Comprobó que nada le ocurría a su cama, todo lo contrario a lo que le ocurría a su casa que… ¡no paraba de temblar y se oían grandes ruidos!

Murga vivía en el callejón del Musgo Verde. Era un callejón muy tranquilo, por lo que no entendía qué podía estar ocurriendo.

De repente los ruidos cesaron, y su casa dejó de temblar.

Asustado, se asomó a la ventana para comprobar qué había ocurrido. Se quedó asombrado porque nada podía ver. ¡Todo estaba oscuro!, las setas de puntos blancos no alumbraban, las estrellas no brillaban, ¡reinaba la gran oscuridad…!

Murga oyó como alguien le llamaba:

– ¡Murga, Murga! – Era la voz de su amigo Noxi, y él la reconoció enseguida -.

Noxi vivía tres musgos a la derecha de la casa de Murga.

– Noxi, ¿eres tú? – preguntó Murga -.

– Sí, soy yo –respondió Noxi.

– ¿¡Qué ha ocurrido!? ¿¡Qué eran esos ruidos y por qué todo está oscuro!? – se preguntaron los dos amigos -.

En el agujero flotante del Árbol Balanceante, vivía Tar, que nervioso y muy asustado, se reunió con sus amigos, a la vez que gritaba:

– ¿¡Qué ha pasado!?

– Tar, ¿tú también has oído los espantosos ruidos? – le preguntaron Murga y Noxi -.

– Sí, ha sido espantoso, ¡horroroso!

– ¿Por qué hay esa oscuridad? – preguntó Tar -.

– No lo sabemos, pero debemos averiguarlo. Debemos tener mucho cuidado, es muy peligroso – advirtió Murga -.

Noxi, Tar y Murga se adentraron en el bosque. Les acompañaba una densa oscuridad.

De repente a lo lejos, vieron un pequeño brillo. Era un brillo muy tenue que se movía.

Sus tímidos movimientos parecían señales.

Los tres amigos se acercaron asustados y con mucha curiosidad.

– Murga, ¿qué será esa luz? – preguntó Noxi -.

– Parece un pequeño farolillo – susurró Tar -.

– ¡Vamos a averiguarlo! No os separéis, debemos permanecer unidos – les ordenó Murga -.

Fueron acercándose poco a poco…

[CONTINUARÁ…]

Anna Val.