Un guiño a Jamie Cullum
Hoy quisiera hacer un guiño a Jamie Cullum, Lee Konitz, Phil Woods y a todos los grandes del Jazz. Ritmo nostálgico de aquellas elegantes y algo gamberras noches de New York.
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Un día más, la noche me despertó en la ciudad de Barcelona.
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Me dejé pasear por la alargada avenida Diagonal. Me atrapó de forma habitual, como un imán, la esquina junto a la calle Muntaner. Subí y, sentado en aquel portal, un borracho algo me dijo. Pero mi encorsetado vestido y mis tacones de aguja, no me permitieron entender nada, y seguí contoneándome por la ancha calle.
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Visualicé a través de mis gafas de sol el luminoso Nightclub. Me sonreía. Abrí la puerta y alargué mi curvado cuerpo hacía la barra.
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Max, el barman, me dedicó una asesina sonrisa a la vez que me servía una copa de bourbon.
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Al final de la barra y con la cabeza ladeada, mirada matadora, se apoyaba él: Al; Al Capone.
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Fui deslizándome seductoramente hacia su lado, abanicando de forma muy ruidosa mis postizas pestañas, y con voz susurrante le dije mientras mis labios le dedicaban un leve beso.
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– Lo siento querido, pero hoy me apetece caviar.
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Di media vuelta y salí del antro, mientras me acompañaba el ritmo de Helen Humes con su “Airplane Blues”.
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